El Obispado crea un centro para ayudar profesional y espiritualmente a las familias.

Con el objetivo de prestar ayuda espiritual y profesional a las familias conquenses en dificultades, la Diócesis de Cuenca ha puesto en marcha el Centro de Orientación Familiar (COF) ‘San Julián’.«Existía la necesidad de crear un centro de estas características . La demanda está en la sociedad. Las estadísticas de divorcios, de rupturas, de familias desestructuradas son apabullantes. Unas cifras que son escalofriantes pero que también suponen un reto y una llamada a trabajar por la esperanza», explicó el responsable del centro, Julián Huete.En esa línea el obispo de Cuenca,José María Yanguas, señaló que «hoy en día todas las familias conocemos y tenemos cerca problemas de este tipo como familias rotas, traumas o niños desprotegidos. Son situaciones que si vistas desde fuera son dolorosas, desde dentro son verdaderamente angustiosas».El COF está abierto a cualquier persona que requiera y desee recibir orientación o superar problemas dentro del ámbito familiar.

La actuación del centro se enmarca dentro de los principios de la antropología cristiana y es fiel al magisterio de la Iglesia Católica. «Nosotros tenemos muy claro cuál es su filosofía y no queremos ni tenemos que ocultar nada. En ese sentido trabajamos en un ámbito diferente al centro de orientación familiar privado aunque financiado por la Junta que ya existe pero en absoluto queremos entrar en ningún tipo de rivalidad», señaló Huete.Entre las tareas que desarrollará el COF figuran la mediación familiar, el asesoramiento legal, la terapia matrimonial y familiar, la información sobre la regulación natural de la fertilidad, el asesoramiento en bioética y las acciones formativas. En todo momento se garantizará el secreto profesional.El centro se encuentra en una estancia dentro del edificio del Obispado (c/Obispo Valero, 1).

El horario de atención es de 10 a 13 horas los martes y viernes, y de 16,30 a 19,30 los miércoles . Se ofrecen también dos números de teléfono 608959395 y 969241900 ,y la dirección de correo electrónico cofsanjulian@gmail.com.El COF cuenta con un equipo multidisciplinar compuesto por pedagogos, orientadores familiares, médicos, mediadores familiares, juristas, moralistas y sacerdotes, psicólogos y expertos en reconocimiento de la fertilidad.Gran parte de estos profesionales son laicos. La mayoría también padres y madres de familia, por lo que a su formación académica y trayectoria laboral unen su experiencia cotidiana. sin coste.Todos ellos realizan esta labor de manera completamente altruista, sin recibir contraprestación económica alguna. «Nuestro único objetivo es prestar un servicio a la sociedad», señaló María del Carmen Ruiz, coordinadora de los profesionales. Los servicios se ofrecen también de manera plenamente gratuita. Los usuarios no deberán abonar ningún dinero. «Sin perjuicio de que alguna persona sea usuaria o no del COF quiera ayudar económicamente a su mantenimiento», indicó Huete. Yanguas expresó su deseo de que las instituciones también apoyen este nuevo proyecto dada la importancia de la labor que va a desarrollar.De momento el COF no recibe ninguna subvención o ayuda de organismos públicos o privados.

La puesta en marcha se ha financiado con parte de las limosnas depositadas por los peregrinos en el Arca de San Julián, que se encuentra en el sepulcro del santo. José María Alcázar, delegado diocesano de Familia y Vida, señaló la conveniencia de que estos fondos (con los que también se ha creado un comedor social en Cáritas y empezado a construir dos templos en el Congo) sirva para ejercer «la caridad espiritual tan necesaria en nuestros días».Abundando en esa tesis Alcázar resaltó que «la peor de las pobrezas es la soledad». El obispo calificó la misión del COF «como una obra de misericordia espiritual» y declaró que su actividad se desarrolla «desde el respeto incondicional a la persona porque como dijo en frase feliz el papa Juan Pablo II el ser humano es el centro de la Iglesia».El COF ‘San Julián’ sigue la estela de otros 40 de similares caracterísiticas que ya existen en el resto de España. En Castilla-La Mancha funcionan tres de ellos.